Aprovecho la ocasión de la apertura de este blog para hacer pública la versión completa de una crítica que envíe a la revista "Guitarrista" (versión española de la prestigiosa "The Guitarist") el 3 de octubre de 1999, y que fue publicada en la sección "Interactivo" del número 16, el 31 de diciembre de 1999. Dicha crítica no fue publicada completamente, y su forma y expresión fueron ligeramente modificadas.
Através de este escrito intenté defender y mejorar la imagen, dañada por la revista Guitarrista, del que creo que es uno de los más grandes guitarristas de Heavy Metal Neoclásico de todos los tiempos "Chris Impellitteri". Lo ví y lo escuché tocar en 1992 y desde entonces cambió totalmente mi concepción sobre la forma de tocar la guitarra.
Esta es la crítica completa publicada en dicha revista, espero que les guste:
Después de haber recibido y leído el número atrasado 4, me he visto obligado a enviarles esta carta, como crítica acerca de la sección Top Heavy sobre los mejores guitarristas de los 80. En esta sección, aparte de citar a una gran cantidad de guitarristas, escribísteis un breve párrafo descriptivo de cada guitarrista en cuestión.
Comprendo que toda revista posee una serie de limitaciones que le impiden extenderse con profundidad en estos temas tan genéricos, y por tanto, el número de líneas dedicadas a cada instrumentista apenas si puede definir los rasgos técnicos y característicos de cada uno de ellos. Sin embargo, en esta extensa lista aparece un guitarrista, cuya descripción y comentario aún no logro comprender.
Perdonen mi atrevimiento por la comparación que a continuación voy a realizar, pero creo que esta es la única manera de expresar mi opinión acerca de uno de los más grandes y virtuosos instrumentistas de cuerda de todos los tiempos, me refiero a Chris Impellitteri.
En mi más modesta opinión, pienso que existen tres figuras fundamentales que han marcado y marcarán un antes y un después en la historia de la música rock contemporánea, en cuanto al cambio conceptual que introducen en la forma de tocar la guitarra, estas figuras son: Jimi Hendrix, Edward Van Halen y Chris Impellitteri.
Pienso que no se debe decir (y cito textualmente lo publicado) que Chris Impellitteri es "culpable de algunos de los peores excesos guitarreros de la década de los 80". Si en puertas del siglo XXI nos atrevemos a expresar esta opinión sobre este guitarrista en cuestión (o sobre cualquier otro con sus mismas virtudes y cualidades), podríamos de igual forma decir que Niccolo Paganini en el siglo XIX debería haber sido perseguido y procesado por la Santa Inquisición de 'hereje', puesto que tocaba el violín con tal destreza, sentimiento, virtuosismo e imaginación, que ningún ser humano podía igualar e imitar, elevándole a un nivel sobrenatural que pocos podían comprender, y produciendo al mismo tiempo un efecto tan estimulante y sobrecogedor sobre el oyente, que muchos podrían catalogar de demoníaco.
Yo opino que este guitarrista ha desarrollado una destreza sin igual y una técnica superdepurada que le permite ejecutar con facilidad cualquier pieza musical que desee.
Llevo muchos años siguiendo la obra de este infravalorado guitarrista y creo que debemos aprovecharnos del don que este señor posee, para así aprender aún más. Estoy de acuerdo en que en la velocidad no está la calidad, ni en la dificultad la esencia, pero la verdad es que la obsesiva idea que posee este guitarrista de obtener una velocidad sin límites en la pulsación de notas, nos puede ayudar (y de hecho lo hará) a perfeccionar nuestra manera de tocar.
En espera que esta carta ayude a mejorar la imagen de este estupendo guitarrista, y para que algún día pueda aparecer en vuestra revista, les saluda atentamente...